Evitar golpes de calor en nuestros mayores en esta época del año es fundamental. Aprovechamos el buen tiempo para realizar más actividades al aire libre, acudir a la playa o piscina y disfrutar de un baño y para pasar más tiempo con sus familiares y conocidos. Sin embargo, no podemos olvidar que es justo en estas semanas cuando hace más calor.
Como consecuencia de las elevadas temperaturas del verano, las personas mayores pueden sufrir calambres, agotamiento y, el problema más grave: golpes de calor.
Este fenómeno se produce como consecuencia de la exposición a temperaturas elevadas y, por tanto, los mecanismos de termorregulación resultan inadecuados.
Las personas con problemas de salud, como presión arterial alta o enfermedades cardiacas, pulmonares o de riñón, tienen más riesgo de padecer esta dolencia.
La prevención del calor es algo vital para la salud y para la seguridad de las personas mayores.
Los golpes de calor pueden alterar todo el organismo y provocar problemas serios.
Para ello hay que tratar de pasar las horas más calurosas del día en un lugar fresco, usar protectores labiales, gorras, boinas, ropa de color claro y con tejidos naturales. Debemos estar constantemente bebiendo agua e ingiriendo líquidos ya que la hidratación es fundamental en nuestros mayores.
Recordemos que la cantidad de agua en nuestros mayores es menor a la de una persona más joven, de ahí que haya que extremar las medidas. Si presentamos síntomas como dolor de cabeza, sensación de fatiga y sed intensa, calambres musculares o sudoración abundante, es probable que estemos sufriendo un golpe de calor.
Para remediarlo, bajaremos la temperatura corporal con paños fríos o hielo sobre la cabeza y si el problema se agrava es prioritario recibir asistencia médica.
Nuestro equipo de profesionales, velará en todo momento de vuestros mayores para evitar que puedan sufrir un golpe de calor. Estamos aquí para ayudaros.
