La existencia de bajos niveles de oxígeno en las denominadas placas seniles del cerebro favorecen el desarrollo de la Enfermedad de Alzheimer.
Este estudio sugiere, además, que esta falta de oxígeno en el cerebro potencia la acción de trastornos asociados a la enfermedad de Alzheimer, que se caracterizan por tener niveles bajos de oxígeno sistémicos, como la aterosclerosis y otras enfermedades cardiovasculares. Publicado en la revista Nature Aging, el estudio está liderado por los laboratorios del Dr. Alberto Pascual (CSIC), del Grupo de Mecanismos de Mantenimiento Neuronal, y del Prof. Javier Vitorica (Universidad de Sevilla/CIBERNED) del Grupo de Fisiopatología de la Enfermedad del Alzheimer.
En los pacientes de Alzheimer se acumulan en el cerebro unas sustancias con una elevada toxicidad, en lo que se conoce como placas seniles. El cerebro posee un sistema inmunológico cuyo componente principal son las células microgliales. La microglia se describió y nombró por Pío del Río Hortega, discípulo de Ramón y Cajal, hace ahora 100 años. En el Alzheimer, la microglía defiende a las neuronas rodeando a las placas seniles, evitando su extensión en el cerebro y disminuyendo el daño.
Alzheimer y otras patologías sistémicas
La enfermedad de Alzheimer se ve agravada por otras patologías, como por ejemplo las enfermedades cardiovasculares, que provocan una disminución en los niveles de oxígeno en el organismo. En este estudio, se demuestra que existen niveles reducidos de oxígeno alrededor de las placas seniles y que esto compromete la actividad de la microglía. Cuando a esto se le suma la reducción de oxígeno en el cerebro debido a otras patologías sistémicas, la microglía no es capaz de proteger y aumenta la patología asociada al Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia en nuestro país y el mundo. En España, su incidencia ha aumentado dramáticamente debido al envejecimiento de la población y, lamentablemente, el origen de la enfermedad es todavía desconocido.