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- Tranquilidad para descansar sabiendo que tu familiar está en buenas manos.
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En Vital Hogar, con más de 15 años de experiencia, comprendemos la importancia de facilitar tranquilidad y confianza a las familias que buscan cuidado para sus seres queridos. Nuestro compromiso se refleja en los siguientes pilares fundamentales:
Una mirada rápida sobre el ictus
Cómo cuidar un paciente de ictus
Las personas que han padecido un ictus pueden experimentar una variedad de secuelas que afectan su capacidad para llevar a cabo las tareas diarias. En muchos casos, estos pacientes requieren la ayuda de cuidadores dedicados para realizar estas actividades. A continuación compartimos algunos consejos que pueden ayudar a los cuidadores a ofrecer el mejor cuidado posible a las personas que han sufrido un ictus.
Es importante aprender sobre la enfermedad de ictus para comprender lo que está experimentando el paciente. Cuanto más sepas sobre la enfermedad, mejor podrás anticipar y abordar sus necesidades.
Es imprescindible fomentar la movilidad y realizar ejercicios físicos adecuados para mantener la fuerza y la flexibilidad muscular. Además, los pacientes que permanezcan en cama durante largos períodos, se deben cambiar la posición cada 3 o 4 horas para prevenir la aparición de posibles escara y úlceras.
Mantén una comunicación clara y comprensiva con el enfermo, adaptándote a las posibles dificultades en el habla.
Haz ajustes en el hogar para garantizar la seguridad de tu familiar. Esto puede incluir la eliminación de obstáculos para evitar accidentes y facilitar la movilidad del paciente. También puedes considerar el uso de algún dispositivo de ayuda.
Mantén la mente activa del paciente con actividades que estimulen su cognición. Rompecabezas, juegos de memoria y actividades artísticas pueden ayudar a mantener las habilidades mentales.
Ofrece apoyo emocional constante, ya que el ictus puede tener un impacto significativo en la salud mental del paciente.
Es posible que la persona que ha padecido un ictus necesite ayuda con las actividades de la vida diaria, como la higiene personal y la alimentación. Proporciona asistencia con empatía y respeto por su dignidad.
Cuidar a una persona con ictus puede ser abrumador. No dudes en buscar ayuda para cuidarlo, incluso si es solo por un tiempo para descansar y cuidar de ti mismo.
Dependiendo de la evaluación del paciente, es importante considerar la planificación a largo plazo, como la atención y las decisiones sobre el futuro de tu familiar.
A pesar de los desafíos, recuerda que el amor y la compasión son fundamentales en el cuidado de las personas que padecen ictus. Tu apoyo y cuidado marcan la diferencia en su calidad de vida.
El ICTUS, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es el resultado de una alteración abrupta en la circulación sanguínea del cerebro. Esta interrupción provoca que una parte del cerebro deje de funcionar adecuadamente, lo que puede llevar a la aparición de secuelas cognitivas, físicas, sensoriales y de comunicación. Un Ictus puede tener un impacto devastador y transformar la vida de quienes lo padecen. En un momento, una persona que estaba en buena forma y activa puede verse enfrentada a vivir con una discapacidad.
Esta enfermedad puede afectar la capacidad de la persona para comunicarse, caminar, mover los brazos y las manos, e incluso alterar su manera de pensar y sentir. Es importante destacar que el ictus no solo afecta a la persona que lo sufre, sino que también puede tener un profundo impacto en la vida de quienes la rodean.
El ictus puede tener múltiples causas, aunque generalmente se debe a una combinación de factores de riesgo. Entre las principales causas se encuentran:
Los síntomas del ictus pueden variar en gravedad y manifestarse de diferentes formas, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Entumecimiento o debilidad en un lado del cuerpo, especialmente en la cara, el brazo o la pierna.
- Dificultad para hablar o comprender el lenguaje, lo que puede manifestarse como habla confusa o incomprensible.
- Dolor de cabeza intenso y repentino, a menudo descrito como el peor dolor de cabeza de la vida.
- Problemas de visión, como visión borrosa o pérdida de visión en un ojo.
- Dificultad para caminar o falta de coordinación, lo que puede resultar en tropiezos o caídas.
- Confusión repentina, desorientación o dificultad para entender el entorno y las situaciones.
Es crucial destacar que ante la sospecha de un ictus, se debe buscar atención médica de inmediato. La pronta identificación y el tratamiento temprano pueden marcar la diferencia en el resultado y minimizar el daño cerebral.
El tratamiento del ictus depende del tipo y la gravedad del evento. Algunas de las opciones de tratamiento incluyen:
- Medicamentos: En el caso de un ictus isquémico, se pueden administrar medicamentos trombolíticos para disolver coágulos sanguíneos y restaurar el flujo sanguíneo al cerebro. También se pueden utilizar medicamentos para controlar la presión arterial y otros factores de riesgo vascular.
- Terapia física y ocupacional: La rehabilitación es una parte fundamental del proceso de recuperación después de un ictus. Los pacientes pueden recibir terapia física y ocupacional para mejorar la movilidad, la fuerza y la independencia en las actividades diarias.
- Cirugía: En casos graves, como un ictus hemorrágico, puede ser necesaria una cirugía para eliminar un coágulo o reparar un vaso sanguíneo dañado en el cerebro.
- Terapia del habla y terapia cognitiva: Para abordar problemas de comunicación y cognitivos que pueden surgir después de un ictus. Estas terapias ayudan a mejorar la capacidad de hablar y comprender el lenguaje, así como a recuperar funciones cognitivas.
El tratamiento específico variará según la situación individual de cada paciente y debe ser gestionado por un equipo médico especializado en neurología y rehabilitación.
Las personas que han experimentado un ictus requieren atención especializada que abarque aspectos como la rehabilitación física y emocional, la administración adecuada de medicamentos y la gestión de factores de riesgo vascular entre otros. Además, es esencial adaptar su entorno hogareño para garantizar su seguridad y proporcionar estímulos cognitivos que preserven su agudeza mental. La atención individualizada desempeña un papel fundamental en la satisfacción de estas necesidades y en la promoción de su bienestar general. Es por ello que ofrecer cuidados en su propio domicilio o entorno familiar resulta crucial, ya que contribuye significativamente a su comodidad, seguridad y bienestar emocional.
La Asociación de Afectados de Ictus de la Comunidad Valenciana (ADAI-CV) es una organización sin fines de lucro fundada en Valencia en febrero de 2011 por personas afectadas por el ictus y sus familiares. Su misión es representar, asesorar y respaldar a quienes han sufrido un ictus y a sus familias, promoviendo su inclusión en la sociedad. Además, busca mejorar la calidad de vida de los afectados, fomentar la ayuda mutua y defender sus intereses. ADAI-CV es la única asociación en la Comunidad Valenciana dedicada exclusivamente al ictus y trabaja para concienciar a la población sobre esta enfermedad, promoviendo hábitos de vida saludables y la detección temprana de síntomas.
La asociación se rige por un código ético que enfatiza la honestidad, el respeto y la responsabilidad en su labor, cumpliendo con los marcos legales para acceder a fuentes de financiación pública. Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los afectados y sus familias.
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Otras enfermedades que requieren cuidados especializados.
FAQ
Preguntas frecuentes
Desde Vital Hogar ofrecemos la asistencia necesaria y ajustada a las necesidades de cada persona. Nuestros servicios abarcan una amplia gama de áreas, asegurando un apoyo completo en las actividades básicas de la vida diaria, así como en la estimulación cognitiva y la participación en la comunidad. Entre los servicios que ofrecemos se encuentran:
- Atención personal del paciente: aseo personal, higiene, cambio de absorbentes, movilización, cambios posturales, ayuda en la ingesta de alimentación.
- Control de medicación .
- Acompañamiento dentro y fuera del domicilio.
- Actividades de estimulación cognitiva.
- Realización de ejercicios terapéuticos.
- Compras y cocinado de alimentos.
- Limpieza y mantenimiento del hogar.
Vital Hogar establece un riguroso proceso de selección en el que se analiza tanto la formación del personal como la experiencia profesional previa aportada, que determinará el perfil del cuidador. Además, priorizamos valores fundamentales como la vocación, empatía, honradez, cercanía y amabilidad, para garantizar que nuestro personal esté altamente capacitado y comprometido con la atención de calidad que ofrecemos a nuestros usuarios.
Vital Hogar proporciona una supervisión continua de los servicios prestados. Nuestro equipo se comunica regularmente con el usuario y la familia para asegurarse de que las necesidades están siendo satisfechas y realizar ajustes si es necesario.
La comunicación efectiva con personas que han sufrido un ictus es esencial en nuestros cuidados. Nuestro personal especializado comprende la importancia del lenguaje no verbal y utiliza la empatía, el cariño y la comprensión para establecer un vínculo comunicativo sólido con los usuarios.
Es fundamental establecer un proyecto de intervención de cada usuario que incluya la estimulación cognitiva con el fin de fortalecer la autonomía funcional. Nuestros profesionales cualificados diseñan un conjunto de actividades de estimulación cognitiva en los que integran distintos ejercicios para ejercitar la memoria, la comprensión, la percepción, la atención, la orientación, el razonamiento, el cálculo o lenguaje.
En Vital Hogar mantenemos un seguimiento continuado y directo con las familias y cuidadoras.
El coste de la asistencia de un cuidado especializado dependerá de las necesidades asistenciales específicas de cada paciente así como del volumen de horas requeridas. Vital Hogar ofrece un servicio flexible y adaptable a cada necesidad, pudiendo recibir asistencia desde desde 2 horas al día hasta ayuda 24h los 7 días de la semana.
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