La rutina en las personas mayores
Todos necesitamos una rutina, aunque las personas mayores suelen cumplir sus rutinas más a rajatabla. La adopción de una rutina ofrece a las personas mayores una mayor confianza, motivación y comprometidos.
Estos son nuestros consejos para tratar la vuelta a la rutina de ancianos y evitar desajustes.
Aunque para que llevar una rutina o que la vuelta a la rutina de las personas mayores tenga un efecto positivo, debe siempre estar configurada por ellos mismos. De forma que, las personas ancianas sientan cierta autonomía con tal de fomentar la motivación. En caso de no ser así, por ejemplo, en aquellos mayores que cuentan con una rutina institucional, la motivación suele descender, evidentemente. Por otra parte, promover algunos cambios en su día a día les ayuda a esforzarse por recordar, a realizar actividades por sí mismos y a tener que relacionarse con otras personas, objetos, espacios, diferentes a los de su habitual zona de confort.
Si quieres saber cómo gestionar mejor la vuelta a la rutina de ancianos, te ayudamos con estos consejos
Apoyo familiar. Habla con ellos antes del cambio para explicarles cómo van a ser las semanas siguientes y que se sientan seguros y tranquilos. Infórmales de cuándo será la siguiente visita, así les ahorrarás incertidumbres y miedos.
Sueño y alimentación. Estos son algunos de los pilares que marcan la rutina de las personas mayores
Higiene. Haz especial seguimiento de sus pautas de higiene corporal. Mantén buenos hábitos como la hidratación de su piel, cuidados en caso de pérdidas de orina, baño diario total o parcial, según cada situación.
Fomenta su sociabilidad. Las personas mayores tienden cada vez a tener menos vida social. Ello se debe al acomodo en sus rutinas, la búsqueda de la previsibilidad y su desvinculación de los lazos sociales de su juventud. Busca tareas que les motiven y despierten su curiosidad e introdúcelas en su rutina.
Ayúdale a que conecte con el presente. Los ancianos pasan grandes ratos del día recordando cosas de su pasado muy lejano. No es extraño escucharles hablar de su niñez y de los inicios de su vida. Ayúdales a que vivan el presente pasando más ratos con ellos, dándoles conversación, preguntándoles sobre diferentes aspectos para fortalecer su memoria inmediata. Recuérdales los principales momentos del día y repite en voz alta el nombre de las personas con las que se encuentra.
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